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Luz brillante indirecta o directa baja
Escaso
Clima entre 16ºC y 24ºC No tolera heladas
Cochinilla
La Crassula ovata, conocida también como árbol de jade, es originaria de las regiones áridas de Sudáfrica y Mozambique. En su hábitat natural, se encuentra en áreas de clima cálido y seco, donde las lluvias son escasas, lo que le permite tener unos cuidados más simples en comparación con otras plantas más exigentes. Esta adaptación al entorno ha dado lugar a características únicas, como sus hojas gruesas y carnosas, que almacenan agua y la hacen extremadamente resistente a la sequía. Además, la planta crece de manera óptima en suelos bien drenados y a menudo rocosos, lo que le permite soportar largas temporadas de calor y falta de agua.
Debido a su origen en un clima cálido y seco, los cuidados de la también llamada planta de jade, se centran en replicar esas condiciones. Su capacidad para almacenar agua en sus hojas la hace menos dependiente de riegos frecuentes, por lo que es esencial evitar el exceso de agua, ya que esto puede ocasionar problemas como la pudrición de las raíces. Además, la planta se adapta mejor a una luz brillante e indirecta, similar a la luz filtrada que recibiría bajo la sombra de otras plantas o rocas en su hábitat natural. Estos cuidados replican las condiciones de su origen y son clave para mantenerla sana y vigorosa.
La Crassula ovata adora la luz brillante e indirecta, uno de los cuidados más importantes a tener en cuenta si quieres verla crecer perfecta. Aunque es resistente y puede tolerar algo de sombra, para un crecimiento óptimo, se recomienda ubicarla cerca de una ventana donde reciba luz filtrada. Si la planta recibe demasiada luz directa, especialmente en climas cálidos, sus hojas pueden quemarse, adquiriendo manchas marrones. Por otro lado, si la luz es demasiado débil, su crecimiento será más lento y sus hojas pueden perder algo de su color intenso.
Una forma ideal de asegurar que tu planta reciba la luz adecuada es colocarla en un lugar donde reciba luz indirecta durante la mayor parte del día. Si la tienes en el interior, cerca de una ventana orientada al sur o al oeste es una excelente opción. Si la cultivas en el exterior, asegúrate de que la luz no sea excesivamente intensa durante las horas más calurosas del día.
Saber cómo cuidar el árbol de jade es saber que esta planta prefiere ambientes secos y no requiere niveles altos de humedad. De hecho, un aire muy húmedo puede ser perjudicial para la planta, ya que puede facilitar la aparición de hongos y otras enfermedades. Un ambiente con baja a media humedad es ideal para su crecimiento. Si vives en un lugar con mucha humedad, es aún más importante asegurarte de que la planta tenga un buen drenaje y no esté expuesta a ambientes mojados de forma prolongada.
En interiores, la planta puede adaptarse bien a la humedad estándar del hogar. El rango más cómodo para la planta y para que se adapte bien a las condiciones de interior en la mayoría de los hogares está entre un 40% y un 60%. Si ves que el aire es demasiado seco, especialmente durante el invierno debido a la calefacción, consulta nuestro artículo de cómo aumentar la humedad en tus plantas.
El árbol de jade es una planta suculenta que almacena agua en sus hojas, lo que le permite resistir largos períodos sin riego. El truco está en no sobrehidratar: es preferible dejar que el sustrato se seque completamente entre riegos. En general, durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), riega aproximadamente cada dos semanas, y en invierno, puedes reducir aún más la frecuencia. Evita dejar agua estancada en el plato de la maceta para prevenir la pudrición de las raíces.
Una señal clara de que necesitas regar tu planta es cuando sus hojas empiezan a sentirse algo blandas o arrugadas. Si ves que la planta empieza a perder su firmeza, es hora de un buen riego. Sin embargo, recuerda que las suculentas prefieren el “estrés” seco, así que evita el riego excesivo para no perjudicarla.
temperatura crassula ovata
El árbol de jade se adapta muy bien a temperaturas cálidas, pero es sensible a las heladas. Lo ideal es mantenerla en un rango de temperatura entre 16°C y 24°C. Aunque tolera un poco de calor, las temperaturas muy altas o cambios bruscos pueden estresar a la planta. Si vives en un lugar donde las temperaturas bajan significativamente durante el invierno, lo mejor es mantenerla en interiores, alejándola de las corrientes frías o ventanas mal aisladas.
Si se cultiva en el exterior en climas cálidos, asegúrate de protegerla durante los meses más fríos. Las heladas pueden dañar gravemente la planta, por lo que es esencial tomar medidas para mantenerla resguardada cuando llegue el frío.
El sustrato es un factor clave para la salud de la Crassula ovata. Necesita un suelo bien aireado y bien drenado para evitar que el agua se quede estancada, lo que podría provocar la pudrición de las raíces. La mejor opción es utilizar nuestro sustrato específico para cactus y suculentas, cuya fórmula proporciona un drenaje rápido y adecuado. Si prefieres hacer tu propia mezcla, puedes combinar tierra para macetas con arena o perlita en una proporción de 2:1.
Evita utilizar suelos que retienen demasiada humedad o que sean demasiado compactos. Un buen drenaje es esencial para esta planta, ya que el exceso de agua puede ser fatal. Es importante que la maceta también tenga agujeros de drenaje para asegurar que el agua no se acumule en el fondo.
El trasplante del árbol de jade debe hacerse sólo cuando sea necesario, es decir, cuando las raíces hayan superado el espacio disponible en la maceta. Esto ocurre generalmente cada 2-3 años. Para trasplantar, elige una maceta que sea ligeramente más grande que la anterior y asegúrate de que tenga buen drenaje. Realiza el trasplante con cuidado, evitando dañar las raíces y dejando que la planta se aclimate al nuevo contenedor.
Tras el trasplante, es aconsejable esperar unos días antes de regar para permitir que las raíces se asienten en el nuevo sustrato. Durante los primeros días después del trasplante, evita la luz directa para reducir el estrés en la planta y permitir que se recupere más fácilmente.
La poda de la Crassula ovata no es estrictamente necesaria, pero puede ser útil para mantener su forma y tamaño, así como para promover un crecimiento más denso y compacto. Se recomienda podar en primavera o verano, cuando la planta está en su fase de crecimiento activo. Puedes recortar los brotes que hayan crecido demasiado o eliminar ramas muertas o dañadas para mejorar la estética y la salud general de la planta.
La poda también puede ayudar a controlar el tamaño de la planta, lo cual es ideal si tienes una maceta más pequeña o un espacio limitado. Después de la poda, la planta se recuperará rápidamente, y sus nuevas ramas crecerán más fuertes y vigorosas. Si quieres conocer más, te contamos con detalle aquí todo sobre la poda del árbol de jade.
Reproducir el árbol de jade es relativamente sencillo, si sabes cómo hacerlo, y es una excelente forma de crear nuevas plantas. La forma más común de propagación es mediante esquejes de tallo o de hojas. Corta un segmento de la planta madre, deja que el corte se seque durante 24 a 48 horas para evitar que se pudra, y luego plántalo en un sustrato bien drenado. En poco tiempo, las raíces comenzarán a desarrollarse, y tendrás una nueva planta. También se puede propagar a través de hojas, aunque el proceso puede tardar más.
La propagación se puede hacer durante todo el año, pero la primavera y el verano son las mejores épocas, ya que el clima cálido favorece el crecimiento y desarrollo de las raíces. Asegúrate de mantener los esquejes en un lugar con luz indirecta mientras desarrollan raíces y se adaptan al nuevo sustrato.
También puedes ponerlos en agua, sin que toque ninguna hoja el esqueje podado, y esperar a que haga raíces antes de pasarlo a sustrato. Deberás cambiar el agua cada 10 o 15 días para oxigenar las raíces, y limpiar el recipiente para evitar acumulación de bacterias.
Si tienes un Árbol de jade (Crassula ovata) en el interior de casa, tendrás que tener en cuenta ciertos cuidados. Es importante asegurarse de que reciba suficiente luz para mantenerlo saludable. Colócalo cerca de una ventana donde pueda recibir luz brillante e indirecta durante varias horas al día. Si no tiene acceso a suficiente luz natural, considera complementar con luces LED de crecimiento para plantas. Evita que reciba luz solar directa intensa del verano, ya que puede quemar sus hojas.
En cuanto al riego, el Árbol de jade necesita muy poco, por lo que es crucial no sobrehidratarlo, y más si está en el interior y no hay tanta evaporación. Deja que el sustrato se seque completamente entre riegos, especialmente en invierno, cuando la planta entra en un período de descanso. Utiliza una maceta con buen drenaje para evitar que el agua se acumule y cause pudrición en las raíces. Asegúrate de que la humedad ambiental no sea demasiado alta, ya que este tipo de plantas prefieren ambientes secos. Si el aire en tu casa es muy húmedo, puedes colocar el árbol de jade cerca de una fuente de ventilación o usar un deshumidificador para mantener el aire seco.
Aunque el árbol de jade es típicamente cultivado en tierra, también se puede cultivar con éxito en un sistema hidropónico, donde las raíces crecen directamente en una solución nutritiva en agua, en lugar de en un sustrato. Si decides probar esta técnica, asegúrate de que el agua tenga los nutrientes adecuados para el crecimiento de las suculentas, especialmente calcio y potasio. Los sistemas hidropónicos permiten un control más preciso de los nutrientes y el agua, lo que puede resultar en un crecimiento más saludable y rápido.
Sin embargo, la hidroponía no es necesaria para la Crassula ovata, ya que se adapta perfectamente a los cultivos en tierra. Si prefieres un enfoque más tradicional y sencillo, el cultivo en tierra es igualmente efectivo y menos complejo.
Deseamos que disfrutes de la experiencia de cuidar tu Árbol de Jade, una auténtica joya botánica resistente, fácil de cuidar y recomendada para aumentar la abundancia en tus espacios.
