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Las variedades de hortensias son tan diversas que hay una para cada tipo de jardín o espacio. Si buscas un clásico infalible, las hortensias macrophylla son las reinas indiscutibles, con sus flores en tonos azul, rosa, blanco o lila que cambian según el pH del suelo. Para los que prefieren algo más resistente y de bajo mantenimiento, las hortensias paniculatas son ideales, ya que soportan mejor el sol y ofrecen flores en tonos crema que se tornan rosados con el tiempo. Si lo tuyo es un look más rústico y natural, las hortensias arborescens, con sus enormes bolas de flores blancas, te conquistarán. Y si quieres algo diferente, las hortensias trepadoras cubrirán paredes y pérgolas con su espectacular floración.
Si creías que todas las hortensias eran iguales, prepárate para sorprenderte. Existen muchas clases de hortensias, cada una con su propio encanto y particularidades. Desde las clásicas Hydrangea macrophylla, con sus flores redondeadas y colores vibrantes, hasta las elegantes Hydrangea paniculata, que se distinguen por sus racimos cónicos y su increíble resistencia. También están las delicadas Hydrangea serrata, con un aire más silvestre, y las llamativas Hydrangea quercifolia, con hojas que parecen de roble y que cambian de color con las estaciones. Sea cual sea tu estilo, hay una hortensia perfecta para ti.
Cuando hablamos de tipos de hortensias planta, nos referimos a la variedad de formas y tamaños que pueden adoptar. Están las hortensias en maceta, perfectas para terrazas y balcones, que pueden crecer en espacios más reducidos sin problema. Luego tenemos las hortensias de jardín, que alcanzan un tamaño más imponente y crean un espectáculo floral en primavera y verano. También existen las hortensias mini, ideales para quienes quieren disfrutar de su belleza en espacios pequeños o incluso en interiores bien iluminados. Cada tipo tiene sus cuidados específicos, pero todas comparten esa capacidad única de llenar cualquier rincón de color y frescura.
Delicada, elegante y con un aire puro que transmite paz. La mini hortensia blanca es la opción perfecta para quienes buscan una planta ornamental que aporte frescura sin recargar el ambiente. Sus flores en tono marfil o blanco puro crean un contraste espectacular con su follaje verde intenso, convirtiéndola en un must-have para cualquier rincón. Ideal para terrazas, balcones o interiores bien iluminados, esta pequeña joya florece con fuerza y apenas requiere cuidados. Un buen riego y un sustrato rico bastan para mantener su belleza intacta.
Si hay una flor que grita “romanticismo”, es la mini hortensia rosa. Con su color dulce y vibrante, es perfecta para añadir un toque de alegría y sofisticación a cualquier espacio. Su tamaño compacto la hace ideal para macetas pequeñas, donde florecerá con gracia sin ocupar demasiado espacio. Además, como buena hortensia, su tono puede intensificarse o suavizarse según el pH del suelo, haciendo que cada ejemplar sea único. Fácil de cuidar y con una floración espectacular, esta mini hortensia es la compañera perfecta para decorar con estilo y sin complicaciones.
Misteriosa, llamativa y simplemente irresistible. La mini hortensia azul es una de las más deseadas por su tono hipnótico, que varía entre azul profundo y celeste según el tipo de suelo en el que se cultive. Su tamaño la hace perfecta para interiores bien iluminados, balcones o pequeñas terrazas donde pueda ser la protagonista. Como todas las hortensias, agradece un riego constante y un sustrato ácido para mantener su característico color azul. Si quieres un toque de frescura y originalidad en casa, esta mini joya floral es la elección perfecta.
