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Las hortensias son plantas resistentes, pero no están exentas de sufrir enfermedades o problemas en sus hojas. A veces, pueden volverse amarillas, marrones, secarse o mostrar manchas extrañas. No te preocupes, aquí te contamos qué le puede estar pasando a tu hortensia y cómo solucionarlo.
Las hortensias pueden verse afectadas por hongos, bacterias y plagas que comprometen su crecimiento y floración. Algunas de las enfermedades más comunes son:
Oídio: Se manifiesta como un polvillo blanco en las hojas. Es un hongo que aparece en ambientes húmedos y con poca ventilación.
Botritis: Un moho gris que ataca las flores y hojas, sobre todo en épocas de humedad excesiva.
Roya: Provoca manchas anaranjadas en el envés de las hojas.
Mancha foliar: Causada por hongos, genera puntos oscuros en las hojas que terminan por secarse.
Todas estas enfermedades pueden controlarse con fungicidas naturales y mejorando la ventilación de la planta.
Si las hojas de tu hortensia están amarillas, hay varias causas posibles:
Exceso de agua: Si la riegas demasiado, las raíces pueden pudrirse y las hojas se volverán amarillas.
Falta de nutrientes: Si el sustrato no tiene suficiente hierro o nitrógeno, la hortensia no podrá generar clorofila correctamente. Usa un fertilizante adecuado.
Problema de pH: Si el suelo es demasiado alcalino, la hortensia tendrá dificultades para absorber los nutrientes. Usa un sustrato ácido para corregirlo.
Las hojas de la hortensia pueden mostrar diferentes señales de que algo no va bien. Manchas, decoloraciones, arrugas o sequedad suelen ser síntomas de problemas ambientales, plagas o enfermedades. La clave está en observar los síntomas y actuar rápido para evitar que el problema se extienda. Si quieres evitar la aparición de posibles plagas y hongos, te aconsejamos aplicar foliarmente purín de ortigas una vez al mes en primavera y verano. Este fungicida natural permitirá que tus hortensias eviten el desarrollo de posibles enfermedades.
Las hojas de la hortensia pueden mostrar diferentes señales de que algo no va bien. Manchas, decoloraciones, arrugas o sequedad suelen ser síntomas de problemas ambientales, plagas o enfermedades. La clave está en observar los síntomas y actuar rápido para evitar que el problema se extienda.
Si las hojas de tu hortensia se están volviendo marrones, es posible que tenga alguno de estos problemas:
Falta de agua: La sequedad en el sustrato puede hacer que los bordes de las hojas se tornen marrones.
Quemaduras solares: Si recibe demasiado sol directo, las hojas pueden secarse y quemarse.
Hongos o enfermedades: Algunas infecciones fúngicas pueden provocar manchas marrones en las hojas.
Para solucionarlo, revisa el riego, ubícala en un lugar con luz indirecta y aplica un fungicida si sospechas de hongos como esta cola de caballo.
Si tu hortensia está enferma, estos son algunos pasos básicos para curarla:
Aísla la planta si crees que tiene hongos o plagas para evitar que contagie a otras.
Retira las hojas o flores afectadas con unas tijeras desinfectadas.
Mejora la ventilación y evita el exceso de humedad, ya que los hongos prosperan en ambientes cerrados y húmedos.
Usa fungicidas o insecticidas naturales, como jabón potásico o tierra de diatomeas para tratar plagas.
Corrige el riego y el sustrato si es necesario.
Si las hojas de tu hortensia están arrugadas, probablemente se deba a falta de agua o exceso de calor. También puede ser señal de ataque de ácaros, que succionan la savia de la planta y provocan deformaciones en las hojas. Si es un problema de riego, ajústalo. Si sospechas de plagas, revisa el envés de las hojas y aplica un insecticida ecológico.
Si notas que las hojas de tu hortensia tienen una capa blanca, hay dos posibles causas:
Oídio: Un hongo que aparece en ambientes húmedos y poco ventilados. Se puede tratar con un fungicida natural.
Exceso de cal en el agua: Si riegas con agua dura, las hojas pueden cubrirse con una capa blanquecina debido a los minerales acumulados. Prueba usar agua filtrada o de lluvia.
Las hojas secas en hortensias suelen ser señal de falta de agua o humedad ambiental. También pueden indicar que la planta ha recibido demasiado sol o que hay un problema en las raíces. Si el sustrato está muy seco, riega la planta de manera profunda y revisa que el agua drene bien. Si el ambiente es muy seco, pulveriza las hojas con agua para aumentar la humedad.
Si las hojas de tu hortensia tienen bordes quemados o manchas secas, es posible que haya estado expuesta a demasiado sol. Las hortensias prefieren la semisombra, por lo que si reciben sol fuerte durante muchas horas, sus hojas se quemarán. Para evitarlo, colócala en un lugar con luz indirecta o donde reciba sol suave por la mañana y sombra por la tarde. También revisa que el riego sea el adecuado, ya que el estrés hídrico puede agravar el problema.
Sabías que…El nombre “hortensia” proviene del latín Hortensius, pero en realidad su nombre botánico es Hydrangea, que significa “recipiente de agua”. Esto se debe a su enorme necesidad de humedad para mantenerse saludable. Así que si alguna vez te preguntas por qué tu hortensia necesita tanto riego… ¡su propio nombre ya te da la respuesta!
Deseamos que esta información te sea de utilidad y te ayude a mimar tus hortensias salvándose de cualquier problema.