envío gratis pedidos +49€
ENVÍO EN 24/48H 📦
Pur Plant » Guía problemas plantas » Problemas suculentas: amarillas, marrones, secas…
Las suculentas, a pesar de su resistencia, pueden enfrentar desafíos como el exceso de riego, lo que conduce a la pudrición de raíces. Encharcamientos por falta de drenaje adecuado y la presencia de plagas como cochinillas o ácaros también son preocupaciones comunes. La pudrición de tallos y hojas debido a la retención de agua en las rosetas es otro problema, al igual que las quemaduras solares por exposición excesiva al sol directo. Además, las suculentas son propensas a enfermedades fúngicas en condiciones húmedas. La podredumbre de la corona, manifestada por la humedad en el área donde las hojas se unen al tallo, es otro desafío a tener en cuenta. Una atención regular, evitando el exceso de agua y proporcionando condiciones de crecimiento adecuadas, contribuirá a mantener la salud de las suculentas. En cualquier caso, a continuación te contamos con detalle los problemas y enfermedades comunes en suculentas.
El exceso de riego o el drenaje incorrecto pueden hacer que nuestras suculentas sufran ataques de distintos hongos que penetran por heridas o directamente por las raíces. Darles a las plantas los cuidados adecuados es la principal vacuna que las mantendrá saludables. Para eso hay que desarrollar el hábito de la observación ¡y prevención!
Si tus suculentas cambian de color hacia el rojizo o verde más intenso, es porque están expuestas a mayor luminosidad o temperatura. En cambio, no debes preocuparte, pues más que una enfermedad, se produce un cambio de pigmentación al estar más expuestas. Si tienes suculentas variegadas, tendrán más necesidades de luz.
Si notas el tallo de tus suculentas blando o que cambia de color, seguramente sea la consecuencia de una pudrición basal por exceso de riego. Para salvar a tu suculenta, en cuanto lo detectes tendrás que cortar el tallo con un cúter bien afilado, separando la planta del tallo y de las raíces podridas. Asegúrate de quitar bien todas las partes podridas. Luego, deja secar el corte y procede a su multiplicación o propagación. En este vídeo te lo mostramos:
En las suculentas notarás que las hojas inferiores comienzan a marchitarse hasta secarse del todo y a veces se caen solas. En el ápice de la planta nacen nuevas hojas mientras que las más antiguas van muriendo. Esto es un proceso natural. Las plantas desechan la energía desgastada. Recomendamos desprender todas las hojas que se encuentren secas para evitar que acumulen humedad, hacer que pueda circular el aire y favorecer su desarrollo reduciendo enfermedades.
Identifica si son manchas provocadas por las quemaduras del sol, heladas o sequía. Si se llena de puntos oscuros o se decolora, puede tratarse de una enfermedad o presencia de plaga.
Para su prevención, puedes pulverizar una vez al mes y a primera hora de la mañana tus suculentas con un fungicida orgánico como estos:
Determina si es por fuertes vientos, tormentas, hormigas, mascotas, granizo y corrígelo. En ocasiones, las suculentas pueden presentar cicatrices y estas no desaparecerán. Pero como suele decirse, las cicatrices aportan personalidad ¿no crees? La mayoría de las hojas con heridas siguen realizando perfectamente la fotosíntesis y no suponen un riesgo para la salud de nuestra planta. Puedes cortar esas hojas pero personalmente, si tiene más proporción de superficie sana que lastimada, es preferible conservarla, pues eliminarla es una decisión meramente estética.
Por último, no podemos perder de vista las plagas. Aunque son menos habituales en suculentas, también las sufren. Hormigas, cochinillas, caracoles, arañas… si detectas que tu suculenta sufre alguna, nada mejor para tratarla que espolvorear un poco de tierra de diatomeas. El jabón potásico también puede ser una solución, pero al mezclarse con agua, puede ser contraproducente reblandecer nuestra suculenta.
Deseamos que esta información te sea de utilidad y te ayude a curar tus suculentas.