Cómo podar mis plantas

La poda es una práctica indispensable en el cuidado de las plantas, pero su aplicación puede variar según el objetivo y las necesidades específicas de cada especie. Desde la poda de formación hasta la poda de mantenimiento o rejuvenecimiento, existen diferentes tipos que se adaptan a distintas situaciones y etapas del crecimiento de las plantas.  Quédate en este post y te contamos todo sobre cómo podar plantas.

Tipos de poda

-Poda de formación

La poda de formación es una técnica de poda utilizada principalmente en las primeras etapas de crecimiento de una planta para guiar su desarrollo y estructura. Consiste en podar selectivamente ciertas partes de la planta, como ramas o brotes, con el fin de darle la forma deseada y promover un crecimiento equilibrado. 

– De limpieza o mantenimiento

La poda de mantenimiento es una práctica continua que se realiza para conservar la salud, forma y tamaño de una planta después de que ha alcanzado su estructura deseada mediante la poda de formación. Consiste en eliminar regularmente ramas muertas, enfermas o dañadas, así como controlar el crecimiento excesivo de la planta para mantener su aspecto estético y funcionalidad dentro del espacio designado. Esta poda también puede incluir la remoción de flores marchitas y el adelgazamiento de la vegetación para favorecer una mejor circulación de aire y penetración de luz. 

– De rejuvenecimiento

La poda de rejuvenecimiento consiste en podar de manera drástica la planta, eliminando una cantidad significativa de ramas y follaje, con el objetivo de estimular un nuevo crecimiento vigoroso y saludable desde la base, promoviendo su longevidad y renovando su belleza.

– Corte de raíces

La poda de raíces es una técnica utilizada para controlar el tamaño de las plantas en macetas y mejorar su salud. Al eliminar parte del sistema de raíces, se estimula el crecimiento de nuevas raíces sanas y vigorosas, lo que promueve un mejor desarrollo de la planta. Esta práctica también es útil al trasplantar plantas, ya que ayuda a reducir el estrés y favorece una rápida adaptación al nuevo entorno.

– Bonsáis poda

La poda del bonsái es una técnica delicada que busca mantener la forma estética de árboles y arbustos y se lleva a cabo con precisión y cuidado para crear ejemplares que reflejen la belleza y armonía de la naturaleza en una escala reducida. 

Cómo se realiza la poda

Antes de comenzar, asegúrate de tener herramientas de poda limpias y afiladas, como tijeras de podar, podadoras de mano o sierras de poda para ramas más gruesas.

Es importante la identificación de ramas a podar. Observa la planta y determina qué ramas necesitan ser podadas. Esto puede incluir ramas muertas, dañadas, enfermas, o aquellas que están creciendo en una dirección no deseada.

El corte debe ser limpio. Utiliza herramientas afiladas para hacer cortes limpios y precisos. Corta justo por encima de un nodo o yema para estimular el crecimiento de nuevas ramas en la dirección deseada.

Para la eliminación de ramas muertas o dañadas, corta hasta donde se encuentran sanas, asegurándote de eliminar cualquier parte afectada.

Si quieres reducir el tamaño, corta las ramas más largas.

En cambio, controla el crecimiento no deseado eliminando las ramas que estén creciendo hacia adentro o cruzadas. Los chupones o brotes no deseados que surjan desde la base de la planta se pueden cortar para fomentar un mejor crecimiento.

Después de podar, asegúrate de limpiar las herramientas de poda con desinfectante para evitar la propagación de enfermedades.

Es importante recordar que la poda debe realizarse con precaución y con conocimiento, ya que un mal manejo puede dañar su salud. 

Qué hacer con los restos de la poda

El material resultante de la poda, como ramas, hojas y flores, se puede utilizar de varias maneras:

Compostaje: Las ramas y hojas pueden ser compostadas para convertirlas en abono orgánico. El compostaje es una forma excelente de reciclar los desechos de jardín y obtener un fertilizante natural para enriquecer el suelo.  Asegúrate de no incluir plantas invasoras, enfermas o tratadas con pesticidas para obtener un buen compostaje.

Mulching: Tritura las ramas y hojas y úsalas como mantillo alrededor de las plantas en tu maceta o jardín. El mantillo ayuda a retener la humedad del suelo, controlar las malas hierbas y proporcionar nutrientes a medida que se descomponen.  Para obtener un buen mantillo, asegúrate de no incluir plantas invasoras, enfermas o tratadas con pesticidas.

Propagación de esquejes: Los restos de poda pueden ser una valiosa fuente de material para propagar nuevas plantas. Las ramas cortadas de muchas especies se pueden propagar en hidroponía o sustrato. Esta práctica no solo es económica, sino que también puede ayudar a mantener y compartir variedades de plantas deseables en tu jungla urbana. 

Leña para quemar: Las ramas más gruesas pueden ser cortadas en trozos más pequeños y utilizadas como leña para quemar en chimeneas, estufas o fogatas. Asegúrate de que la madera esté seca antes de usarla como combustible.

El arte de la poda es una herramienta invaluable en el cuidado de nuestras plantas ornamentales, pero su dominio requiere paciencia, conocimiento y dedicación. Cada especie posee sus propias particularidades y necesidades, lo que nos invita a adentrarnos en el estudio detallado de cada una. Al comprometernos con esta práctica beneficiosa, no solo embellecemos nuestro entorno, sino que también cultivamos un vínculo más profundo con la naturaleza, aprendiendo a escuchar y responder a las necesidades de nuestras amadas plantas. 

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Quentin Brouhon

Especialista en el cuidado orgánico de Plantas y Flores

Bonjour! Soy Quentin y tras vivir en grandes ciudades como Bruselas y Sydney me di cuenta de la falta de información sobre jardinería urbana. Por ello, decidí (re)conectar con la naturaleza y aprender más sobre la Permacultura y el cuidado de plantas.