Los bonsáis que tenemos habitualmente en nuestras casas y jardines, viven en un espacio reducido, por lo que necesitan un abonado frecuente para evitar que lleguen a agotar las reservas de nutrientes presentes en el sustrato. Hay una norma si lo que deseamos es abonar correctamente esta maravilla de árboles, “abonado en pequeñas cantidades y frecuentemente”. Aunque es cierto que las necesidades de abono dependen de la especie, tamaño o estado del cultivo de cada bonsái, en este post os contamos cómo hacer abono para bonsái y tipos de abonos que podemos encontrar.
Índice
Cuándo NO abonar mi bonsái
Abonar en momentos en que el árbol sea incapaz de utilizarlo como puede ser el abonado tras un trasplante, un defoliado o en casos de extrema debilidad puede llevar a la propia muerte. Tampoco es nada recomendable abonar durante la floración, pues puede provocar y acelerar la caída de las flores. Hay que tener en cuenta que es más perjudicial el exceso de abono que la falta.
Por el contrario, abonar en épocas de crecimiento como la primavera en la que la demanda de fertilizante es máxima. En cambio, debemos tener en cuenta abonar tras la brotación primaveral, en el momento que las hojas nuevas ya han madurado y el árbol se encuentre preparado para asimilar los abonos que le aportemos. Hacerlo antes, puede llegar a ser perjudicial. También en otoño es una buena época, pues ayudaremos a reforzar el sistema inmunológico del bonsái para soportar los duros y gélidos meses de invierno.
Otro factor a tener en cuenta es continuar el abonado en aquellos árboles de origen tropical durante prácticamente todo el año, pues necesitan una temperatura media anual y abonado frecuente pero en pequeña cantidad.
Tipos de abonado
Abono químico
Aunque no los recomendamos, podemos encontrar diferentes tipos de fertilizantes químicos para bonsáis en el mercado. La gran mayoría son líquidos y de liberación rápida, alterando los ciclos naturales de estos. Según el tipo de bonsái y fertilizante, lo usaremos de una manera u otra.
Abono orgánico
Abonos obtenidos de la mezcla de productos naturales. Mayormente de liberación lenta, los bonsáis pueden permanecer largas temporadas con una fertilización óptima y suele ser muy difícil dañar la planta por su uso o exceso.
Lo más aconsejable es alternar abono orgánico para bonsái sólido y líquido, aportando el sólido directamente sobre el sustrato y el líquido mediante el riego habitual cada 15 días aproximadamente.
Cómo hacer abono casero para bonsái
Para elaborar un buen abono, necesitaremos materia prima. En este caso, te aconsejamos usar estiércol de vaca o caballo, pues son muy ricos en nutrientes y de liberación lenta.
Si tenemos la suerte de tener alguno de estos animales hervíboros en casa o de vivir cerca de una granja, podemos recoger un poco de estiércol y dejarlo secar en una zona seca.
Tras unos meses aproximadamente, nuestro estiércol ya estará seco para poder hacer bolas con un poco de paja u otro material orgánico o pellet. Cuándo lo tengamos, podemos guardarlos en sacos y utilizarlos como abonado para nuestros bonsáis en pequeñas cantidades y cuando sea la temporada óptima.
Cómo hacer fertilizante casero para bonsái
En este caso, optamos por hacer nuestro propio fertilizante líquido para bonsái a base de humus de lombriz. Aunque este es un proceso complejo y que requiere tiempo, podemos conseguirlo con paciencia, pues es muy gratificante.
Para lograrlo, previamente deberemos hacer una vermicompostera en casa y, por supuesto, tener lombrices rojas californianas. ¡Pues sin ellas será imposible obtener oro líquido para nuestros árboles!
Tras tres meses aproximadamente, ya podremos obtener estos lixiviados que usaremos cómo fertilizante para los bonsáis y cualquier otra planta que tengamos por casa. Si lo guardamos en un lugar fresco y seco sin contacto directo con el sol, podrá durar hasta 3 años. Recomendamos usarlo cada 15 días con el riego habitual. Aunque eso sí, ¡primero observa! Si tu bonsái no lo necesita, no hay que excederse.
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Especialista en el cuidado orgánico de Plantas y Flores
Bonjour! Soy Quentin y tras vivir en grandes ciudades como Bruselas y Sydney me di cuenta de la falta de información sobre jardinería urbana. Por ello, decidí (re)conectar con la naturaleza y aprender más sobre la Permacultura y el cuidado de plantas.
2 respuestas
Me gusta aprender. Gracias
De momento, no tengo ninguno. Estoy explorando